Museo de los Vestigios de la guerra (Que hacer a Ciudad Ho Chi Minh)

Un museo que hará que detestéis la guerra. Aunque sea el más visitado de Ciudad Ho Chi Minh (sobre todo por grupos), no nos ha parecido un lugar de visita obligada, por dos razones: la parcialidad del punto de vista oficial vietnamita (ni una palabra sobre los cri- menes de guerra cometidos por el Vietcong) y la parquedad de los comentarios que acompafian los objetos y las im^genes. Hay algo que resulta evidente de inmediato; mostrando estas atrocidadesel gobierno vietnamita pretendfa convencer a la opinion publics de la barbarie del ejercito estadounidense. De hecho, en un principio el museo se llamaba «Museo de los Crimenes de Guerra Estadou- nidenses», pero despues se le cambio el nombre para no ofender a los posibles turistas estadounidenses que pudieran visitar el pais despues de que Bill Clinton levantara el embargo en marzo de 1994,
En el jardin que rodea el museo

Podreis ver una especie de coleccion al aire libre de los mortiferos artilugios utilizados durante la guerra: un helicoptero Bell UH-1 Huey (inmortalizado en la pelicula Apocalypse Now de Francis Ford Coppola), un tanque M48 de 481, aviones de combate, induido el F4Phantom, piezas de artilleria de 175 mm, un bulldozer D7 de 401 empleado para arrasar casas y jardines, y un lanzallamas, asi como varios tipos de bombas (todas ellas estadounidenses), induidala espantosa «segadora de margaritas» capaz de aniquilar cualquier forma de vida en un radio de 100 m por la absorcidn del oxigeno. No olvideis  que durante la guerra, Vietnam recibio casi 14 millones de toneladas de bombas, es decir, una cantidad siete veces superior I a la lanzada durante la Segunda Guerra Mundial.

En el patio lateral (sala 6) podreis ver el sistema carcelario sur vietnamita (visto por los nordistas), induida una reproduccion de I las «celebres» jaulas de tig res del penal de Poulo Condor, asi como las torturas, las ejecuciones, etc. En medio de todo ese siniestro conjunto aparece de repente una pieza perteneciente al sistenria penitenciario frances: una guillotina.
En el interior del museo

Planta baja: exposicion de la propaganda antiguerra de todo el mundo, carteles de apoyo al pueblo vietnamita, manifestaciones masivas, fotos varladas de la resistencia estadounidense contra |_a guerra. Podemos ver una visita de John Kerry en 1993.
Primer piso: toda la planta baja esta dedicada a las imageries mas horribles de la guerra. El uso del Agente Naranja, ese defoliante que provoco tantos ninos con malformaciones. Fotos de heridos, testimonies de las destrucciones, etc. Las pruebas materiales de las consecuencias del vertido del napalm y de los defoliantes son de un realismo atroz (ninos deformes en formol). Si sois muy sensibles es mejor que deis media vuelta. Las fotograffas mas horribles incluyen la masacre de My Lai por los soldados estadounidenses (505 civiles ase- sinados el 16 de marzo de 1968), soldados ante los cadaveres de los vietnamitas que acaban de matar, un hombre atado por los pies a un tanque que Io arrastra hasta morir, rostros atrozmente mutiladosde victimas de las bombas de fosforo, del «Agente Naranja», de las bom­bas «guayaba», etc., y el lanzamiento desde un helicoptero en pleno vuelo de un prisionero vietnamita (sin paracaidas, por supuesto).

Resulta particularmente impresionante la foto de un G. I. que muestra con indiferencia el cuerpo de un vietcong hecho jirones. Y, por supuesto, la imagen que todo el mundo conoce: «la nina del napalm» (Phan Thi Kim Phuc, de 9 anos), con el cuerpo quemado por el lanzamiento de bombas napalm, corriendo desesperada ante los soldados estadounidenses. Impresionante.
El segundo piso

esta dedicado a la exposicion Requiem, que rinde homenaje a los fotografos que cubrieron el conflicto y muchos de los cuales murieron aquf, como Robert Capa, Gilles Caron, Sean Flynn (hijo de Errol Flynn) y tantos otros. Como testigo, ese magnifico primer piano de una Leica atravesada por una bala. Estan expuestas algunas de sus fotos, incluidas las que por su tremendo dramatismo dieron la vuelta al mundo. Tambien vereis imagenes de reporteros vietnamitas, la unica diferencia es que sus nombres no son conoci- dos. Estas fotograffas cuentan con un lugar importante en el museo en cuanto que el trabajo de los fotoperiodistas y de los reporteros contribuyo en gran medida a que la guerra se volviese impopulara los ojos de Estados Unidos y del mundo. Para terminar, una ultima sala esta dedicada a la cronologia de la guerra en Vietnam desde 1945, con muchos pianos y datos en forma de cifras.